Ubicada al noroeste del Área Metropolitana de Monterrey, se encuentra la Sierra de Picachos.

Un ecosistema de mil 400 kilómetros cuadrados que va del matorral, al encino y al pino en su parte más alta, es una isla de riqueza natural.

Su entrada está en el municipio de Higueras, donde sus habitantes temen que el gobierno saliente de Rodrigo Medina, haya dejado el terreno listo para la instalación de una pedrera.

Así es, no habría bastado el enriquecimiento inexplicable, el despilfarro gubernamental, la pobre obra pública, también, el gobierno saliente estaría heredando el peligro de la apertura de una pedrera en esta Área Natural Protegida.

Donde la empresa Matrimar, S.A. de C.V., desde hace cuatro años está talando amplias brechas para explotar.

Sí, utilizar explosivos, para extraer la roca, poniendo en peligro este pulmón que pertenece a todos los nuevoleoneses.

Hacia el norte del estado, Picachos es uno de los pocos refugios naturales que quedan para el oso negro, el puma, el lobo gris, que está en peligro de extinción, y el guajolote silvestre, entre otras especies.

Y esta pedrera no tiene la propiedad de la tierra, porque solamente cuenta con la firma de un ejidatario para arrendarle el terreno que quiere explotar, cuando por ley debiera tener la posesión solamente si firma la mayoría de los integrantes de la comunidad ejidal.

La presidenta de la Asociación Ecológica de la Sierra de Picachos, A.C:, Violeta Montemayor, describe la transición de gobierno como un peligro.

Puma, oso negro, guajolote silvestre y decenas de especies animales, así como vegetación endémica, deben ser protegidas en Picachos, veremos qué ocurre.

Se puede apoyar el movimiento de protección con firmas en Facebook, en Sierra Picachos A.N.P.